Por Manuel Aguirre* La convocatoria a una marcha requiriendo la renuncia de los miembros de la Suprema Corte de Justicia, avalada hasta el momento por el vice Ministro de Justicia y vista con simpatía por lo menos por el Presidente de la Nación, desnuda una cuestión previa que queremos hacer visible.
En una democracia los ciudadanos eligen sus representantes por medio del voto bajo la premisa igualitaria y universal de un ciudadano un voto. Surgen allí representantes que tienen asignados misiones y funciones. Las expusieron en su campaña electoral al hacer sus propuestas que luego son asignadas mediante el voto. Así cada representante tiene cabal conocimiento de porque fue elegido y cuales intereses deben defender.
Tienen deberes claros que fueron votados.
El Presidente Fernández en un recordado reportaje de Cadena Tres Córdoba insistió que no venía a reformar la Justicia ni tenía interés en remover a sus miembros.
Pero aun cuando se pueda argüir como valido el cambio de paradigma, el fue votado con deberes y poderes. Puede remitir al Congreso un pedido de juicio político a los miembros de la Corte. Y si consigue los 2/3 de votos el juicio comenzara, se dará derecho de defensa a los acusados y luego el Senado dictara sentencia definitiva. Ese es el camino institucional.
Para no asumir su deber constitucional, se busca en cambio convocar al pueblo, a los representados, disfrazándose de ellos. Ante una pregunta directa de una periodista de Pagina 12 sobre porque no tomaba el camino del 2003 el juicio político el Presidente Fernández dijo textualmente “Las leyes, los decretos y las sentencias son susceptibles de debate público”
No es que la frase sea incorrecta en el marco del debate ciudadano sobre la marcha del Estado, pero si lo es dicha por una persona elegida para llevar a cabo las propuestas que expuso en campaña. La frase dicha por quien tiene una competencia especifica es un disfraz.
El representante se disfraza de representado y se convierte en comentarista de la realidad.
Sr. Presidente Ud., fue electo para llevar a cabo cierto programa, o al menos intentarlo. Ud. ya es representante, no se disfrace de representado.
La marcha ciudadana convocada para el 1 de febrero próximo es una nueva impostura donde quienes fueron electos por el pueblo para conducir el país se vestirán de ciudadanos buscando simpatías que creen mayoritarias.
El martes de carnaval parece adelantarse este año.
*Diputado nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) de la provincia de Corrientes