El tango es sinónimo de Carlos Gardel, de Aníbal Troilo, de Julio Sosa, todas leyendas que viven a través de su legado en canciones e interpretaciones que erizan la piel de sólo escuchar un par de notas. Hoy se suma un nuevo exponente a ese sitial sólo reservado a quienes forman parte de un glorioso pasado de una Argentina entrañable que probablemente no volverá. Mariano Mores, a sus 98 años, es Uno que dice Adiós Pampa Mía, y desde el Cuartito Azul hace resonar su Taquito Militar, rememorando u
El tango es sinónimo de Carlos Gardel, de Aníbal Troilo, de Julio Sosa, todas leyendas que viven a través de su legado en canciones e interpretaciones que erizan la piel de sólo escuchar un par de notas. Hoy se suma un nuevo exponente a ese sitial sólo reservado a quienes forman parte de un glorioso pasado de una Argentina entrañable que probablemente no volverá. Mariano Mores, a sus 98 años, es Uno que dice Adiós Pampa Mía, y desde el Cuartito Azul hace resonar su Taquito Militar, rememorando un Cafetín de Buenos Aires con El Firulete.
Director de orquesta, compositor autor de tangos, siendo nombrados compositor del siglo en 2000 y teniendo el que fuera votado como la mejor milonga, Taquito Militar, no dudó en incursionar shows de revista como Buenas Noches Buenos Aires en 1963, Buenos Aires canta al mundo en 1966 y Yo Canto a Mi Argentina en 1973. En cine trabajó como actor y músico en películas como La doctora quiere tangos (1949), Corrientes, calle de ensueños (1949) y La voz de mi ciudad (1953). Además, en la televisión tuvo el papel protagónico junto a Mirtha Legrand en la serie cómico-musical M ama a M (1957) y en la serie La familia Mores (1967).
La muerte de su hijo Nito, de 39 años, en mayo de 1984, víctima de cáncer, fue un duro golpe para Mores. Debido a esto, suspendió una gira por Japón y luego de eso recordó a Nito en cada espectáculo que brindó. "Siempre está conmigo. Cuando salgo al escenario, lo primero que tengo es la mano de Nito sobre el piano. Lo tengo al lado… Me quedo un instante obnubilado, sin pensar en nada. Hago un silencio, pongo las manos sobre el piano y cuando el sonido llega a mí empiezo a macerar mi inquietud espiritual que me lleva a momentos muy hermosos que compartí en vida con Nito", comentó Mores en un reportaje.
El 5 y 6 de julio de 2008, al cumplir 90 años, realizó dos recitales en el Luna Park llamados 90 años no es nada, poniendo en escena a más de cincuenta artistas, una orquesta de cuarenta músicos, un ballet y figuras invitadas.
El 21 de febrero de 2012, tres días después de cumplir 94 años, Mores traspasó simbólicamente su batuta a su nieto Gabriel en el recital de despedida realizado en el teatro Auditorium de la ciudad de Mar del Plata.