El líder de PRO, Mauricio Macri, ratificó el compromiso de trabajar “en el armado de grandes equipos para dar impulso a políticas que potencien las economías regionales, que nos organicen como comunidad y que nos permitan llevar adelante políticas de Estado”.
Acompañado por los economistas de PRO Federico Sturzenegger, Carlos Melconian y Rogelio Frigerio, Macri advirtió que “hay que erradicar esa concepción errada de los liderazgos mesiánicos y de los que piensan que por ganar una elección son los dueños del Estado”.
También estuvieron junto al Jefe de Gobierno porteño el coordinador nacional partidario, Emilio Monzó, el diputado nacional y referente cordobés Héctor Baldassi y el legislador provincial Javier Pretto.
La visita a Córdoba del jefe de PRO también incluía en la agenda un viaje hasta la ciudad de Río Primero para reunirse con el intendente local, Carlos Borgiattino, entre otras actividades.
Durante su exposición en la Fundación Mediterránea Macri señaló que “vivimos un año muy desafiante, con turbulencias en la economía y de la mano de la inflación, de la que creíamos que estábamos curados”.
“Nunca hubo tan poca claridad en el manejo del dinero público y todo en manos del peor equipo de gente que nos gobernó en los últimos años”, agregó.
Apuntó que “a eso hay que sumarle, además, planes económicos arcaicos que el mundo ya ni siquiera considera”.
“Hace 30 años que nos gobiernan los mismos y los partidos siguen funcionando como estructuras cerradas que no se focalizan en resolver los problemas más urgentes de la gente”, señaló.
“Por eso- agregó- apostamos a que haya una renovación en serio con la incorporación de gente nueva y con un cambio de valores en la manera de concebir el ejercicio de la política”.
Alertó además que en la Argentina “hace falta recomponer el daño causado a las instituciones” y propuso para ello “una política de transparencia que restablezca principios republicanos básicos como el respeto a la división de poderes y la independencia del Banco Central”.
En ese marco consideró también que “en el futuro tiene que haber una gran rigurosidad en el nombramiento de los jueces” y defendió la necesidad de fortalecer a la Justicia “para que pueda actuar en tiempo real”, porque “no hay justicia cuando un fallo demora 15 años”.