Mi Lucha fue reimpreso a principios de enero, en un momento particular de Europa, donde algunos grupos ultraderechistas impulsan consignas xenófobas y anti inmigrantes. Pero ¿cuál fue la importancia de este libro que anunció el horror del nazismo? El manifiesto hitleriano no vendió muchos ejemplares después que se publicarán dos tomos de la obra, el primero el 18 de julio de 1925 y dos años más tarde, respectivamente.
Pero empezó a conocerse masivamente en Alemania luego de que Hitler fuera nombrado canciller del Reich en enero de 1933.
Por aquellos años vendió un millón de ejemplares y al final de la Segunda Guerra ya se habían vendido unos diez millones de copias y había sido traducido a 16 idiomas.
En Mi Lucha el dictador alemán traza su ideas ideológicas y sus planes futuros para Alemania, incluyendo el llamado "Lebensraum", la necesidad de colonizar territorios vecinos para que Alemania consiga todo su potencial.
Lo cierto es que hoy la reedición de este libro autobiográfico se agotó en pocos días, tras expirar los derechos de autor del Estado de Bavaria, el 31 de diciembre de 2015.
La reimpresión fue realizada por el Instituto de Historia Contemporánea de Múnich, con cientos de artículos y anotaciones que tratan de demostrar que es una obra mal escrita y llena de incoherencias.
El instituto editó 4000 ejemplares pero en pocos días la edición se agotó y tuvieron que hacer otra de 15.000 ejemplares. A pesar de que algunos libreros se niegan a venderlo o a exhibirlo en sus negocios, hubo quien ofrecía cuatrocientos euros por un ejemplar en el sitio Amazon o eBay.
Entre los que están a favor de la publicación de esta una versión del manifiesto hitleriano se encuentra el presidente del Consejo Judío de Alemania, Josef Schuster, quien considera que puede ayudar a comprender la irrupción de grupos de extrema derecha como Pegida (antiislam).
Hitler escribió Mi Lucha en la prisión de Landsberg, tras ser arrestado luego del Putch (golpe de Estado) de la cervecería en Múnich, en 1923.
"En pocos años, las actitudes hacia Hitler han cambiado en Alemania. Yo recuerdo el furor de la prensa diez años atrás cuando el actor suizo Bruno Ganz interpretó a Hitler en la película 'La caída'.
Hubo un amplio debate acerca de si el público simpatizaría con el führer durante sus últimos días en su búnker", dijo Damien McGuinness, corresponsal de la BBC de Londres en Berlín.
Entre otras frases polémicas, Hitler afirma en Mi Lucha: "Si el judío, con la ayuda de su credo socialdemócrata, o bien, del marxismo, llegase a conquistar las naciones del mundo, su triunfo sería entonces la corona fúnebre y la muerte de la Humanidad. Nuestro planeta volvería a rotar desierto en el cosmos, como hace millones de años. La Naturaleza eterna inexorablemente".
Para el profesor de Historia de la Universidad de Buenos Aires, especializado en el Holocausto, Abraham Zylberman, "un libro de este tipo, más allá de las explicaciones críticas, es un libro peligroso".
"Uno pueda interpretar todo lo que quiera, pero no puede dejar de saber quién es el autor de esta obra. Desde mi punto de vista, este autor fue nefasto hasta nuestros días" , dijo Zylberman a Télam.
"Hoy, con toda la problemática que hay en Europa con respecto a los inmigrantes y a los refugiados, no es casual que Alemania esté intentado restringir el ingreso a su frontera. Habría que reflexionar por qué se reedita Mi Lucha en este momento", afirmó.
En cuanto a la influencia que tienen los libros o los diarios, Zylberman opinó "que los diarios pueden influir sobre la opinión de la gente. Pero todo depende de las lecturas, de la educación y de la preparación que tenga cada individuo".
En el prólogo del libro, Hitler admitió la debilidad de Mi Lucha para convencer a las masas: "Bien sé que la viva voz gana más fácilmente las voluntades que la palabra escrita y que, asimismo, el progreso de todo movimiento trascendental en el mundo se ha debido, generalmente, más a grandes oradores que a grandes escritores".
Será difícil leer esta obra sin recordar que Hitler fue el responsable del Holocausto que mató a millones de personas, en su mayoría judíos, aunque también fueron asesinados gitanos, homosexuales, negros, eslavos y minusválidos entre otros.
En el manifiesto hitleriano, que fue prohibido por los Aliados al finalizar la Segunda guerra Mundial en 1945, hay muchas consignas que permiten entender por qué Hitler puso en marcha una maquinaria de exterminio contra gran parte de la humanidad.
Pero hay una frase que tendrá vigencia en generaciones futuras: "Mañana, muchos, maldecirán mi nombre".
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