El Gobierno demora sanciones por pesca ilegal en las islas Malvinas. El caso más importante se inició el 22 de diciembre pasado, a partir de la denuncia de Juan Benegas, ex empleado de la empresa argentina Pesantar SA, por entonces propiedad del Grupo Nissui de Japón. Benegas recibió un e-mail por error donde se indicaba que Nissui tenía otra filial con la que realizaba pesca en Malvinas con un “permiso” que violaba las normas argentinas y que había sido emitido por las autoridades isleñas. “No le cuenten a sus colegas argentinos”, decía el mail.
Las normas pesqueras prevén sanciones ante este tipo de casos y, según reconoció a la revista Puerto el subsecretario de Pesca, Miguel Bustamante, “está doblemente comprobado que el Grupo Nissui pescó en Malvinas”. El problema es que la empresa que debía ser sancionada fue vendida por los japoneses, en enero, a la argentina Newsan, una de las más importantes ensambladoras de electrónicos de Tierra del Fuego.
Esta compañía tiene un enorme peso en la economía fueguina y rápidamente logró que sean eliminadas las sanciones provinciales que se le habían impuesto. El temor del denunciante es que su poder de influencia impida la aplicación de una sanción por parte de la Subsecretaría de Pesca. Ante la consulta de PERFIL la respuesta oficial ha sido: “sin novedades”.
El denunciante, quien perdió su trabajo a raíz de esta acción, aún confía en que habrá sanción: “Estoy seguro de que el subsecretario logrará que Nissui asuma las consecuencias de sus ilegales actos, porque ha logrado un impecable expediente, sin fisuras legales”.
Para el ex vicecanciller Andrés Cisneros, la política de sanciones está más “destinada a provocar patriotismo interno que a producir efectos concretos en el exterior”. Además, evaluó que “ellos cuentan con una capacidad mayor de aplicar sanciones a nuestro país, porque tienen una de las plazas financieras más importantes del mundo”.
Según advirtió el ex ministro de Defensa Horacio Jaunarena, en vuelos nocturnos se observa “una ciudad de luces en el borde de la plataforma continental; son los barcos que esperan cada noche para internarse a pescar ilegalmente en el Mar Argentino, sin que el Estado cuente con medidas para prevenirlo”. A diferencia de Argentina, los malvinenses poseen medidas efectivas para el patrullaje, algo que incentiva a los pesqueros ilegales a optar por los sectores alejados de las islas.
Aurelio Tomas – Diario Perfil