David Greenglass, el espía estadounidense que pasó secretos nucleares a la entonces Unión Soviética, en uno de los escándalos más sonados de la Guerra Fría, murió a los 92 años.
Greenglass robó información sobre el desarrollo de la bomba atómica mientras trabajaba en el Proyecto Manhattan en Los Álamos, Nuevo México, en los años 40.
Después de su arresto mintió durante su testimonio juramentado y la evidencia que dio envió a su propia hermana a la silla eléctrica.
Un joven converso al comunismo, Greenglass empezó a pasar datos secretos a su cuñado Julius Rosenberg, un espía soviético que estaba casado con su hermana Ethel.
Su muerte ocurrió el 1 de julio, pero su familia hasta ahora reveló el hecho.
"Duermo bien"
Nacido en Nueva York, Greenglass logró obtener un puesto en el súper secreto Proyecto Manhattan, luego de ser conscripto en el ejército al inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Los científicos del proyecto tenían la misión de desarrollar la primera arma nuclear del mundo.
Pero el joven Greenglass, simpatizante del comunismo, empezó a parar la información clasificada a su cuñado Julius Rosenberg, quien estaba casado con su hermana Ethel.
Cuando fue arrestado en 1950, Greenglass "confesó" bajo interrogación que, durante una reunión con Rosenberg, había visto a Ethel tomando notas en mecanografía para entregárselas a la KGB, el servicio secreto de la entonces Unión Soviética.
El testimonio selló la suerte de la pareja Rosenberg fue encontrada culpable de entregar secretos nucleares a los soviéticos y ambos fueron ejecutados en 1953.
Años más tarde, en entrevista con un periodista, Greenglass reconoció que había mentido bajo presión de la fiscalía y para salvar su vida y la de su esposa Ruth, que también había sido arrestada.
Él, por su parte, cumplió diez años de una sentencia de 15 años de cárcel por espionaje y quedó en libertad en 1960.
"Como espía que delató a su familia… no me importa. Duermo bien", expresó en 2001.
David Greenglass murió en Nueva York el 1 de julio, de acuerdo a los hijos de los Rosenberg, Michael y Robert Meeropol.
Los hermanos sabían con anterioridad de su muerte pero no quisieron llamar la atención de los medios.
BBC Mundo