Familias de la ciudad disfrutaron en la Sala Niní Marshall la obra de teatro “Un viaje en el tiempo”, protagonizada por niños y adolescentes con condición de autismo que concurren a Terapia Asistida con Perros (TAP) de la Municipalidad de Ushuaia.
Allí, la secretaria de Políticas Sociales, Sanitarias y Derechos Humanos, Yésica Garay, reconoció “el trabajo y la dedicación que realizan todos los días, los profesionales de TAP junto a las familias de los niños y adolescentes que asisten para romper con las barreras sociales y lograr ese lugar que no solo se merecen, si no que forma parte de sus derechos, donde el intendente Walter Vuoto nos pide que defendamos en forma permanente mediante la gestión de políticas públicas”.
La licenciada Constanza Cano, creadora del Dispositivo de TAP, explicó que “se trata de una puesta en escena de un trabajo de aproximación singular a la historia de nuestra ciudad.
Niños y adolescentes con condición de autismo muestran que ellos pueden pararse en un escenario de manera única, sin guiones preestablecidos, con el disfraz que más a su medida, subjetiva, les quede y superando algunos desafíos que se les imponen: la tendencia a estar en soledad y mostrarse inmutables. A través de esta puesta en escena logran por un momento salir de ese encierro, de ese mundo que construyen rígido y poco permeable y entrar en lazo con otro, que si los recibe de manera amable, logrará captarlos aún más.
La puesta en escena consistió en un viaje a través del tiempo por nuestra querida Ushuaia, recorriendo desde bailes y ritos de nuestros pueblos originarios, un paseo en el tren de los presos, una visita a los estancieros e inmigrantes locales, un casamiento en la casa Beban, el nacimiento de un fueguino, un recuerdo de Malvinas y finaliza cuando Argentina nuevamente se consagra campeón del mundo” relató la profesional.
Finalmente, también destacó el acompañamiento de las familias en este proceso difícil de inclusión, el trabajo de “Kika Pereira Mousse, quién dirigió la obra, como así también del resto de los profesionales de TAP y al equipo de la Sala Niní Marshall, donde Roberto Asef, realizó el diseño maravilloso de la máquina del tiempo usada en escena”.