Por Javier Varetto* Hoy observamos se vuelve a reabrir el debate de todos los años del impuesto a las ganancias sobre el salario de las/os trabajadores/as, planteando algunos actores políticos la necesidad de cumplir con lo que la ley establece y actualizar los mínimos del impuesto a las ganancias, cuestión que decimos que está bien, que corresponde, pero como desde hace años venimos reclamando y reiterando con eso no basta, es necesario que en algún momento se le de una real solución a la problemática de la incidencia confiscatoria del impuesto en el salario mes a mes de un sector importante de trabajadores/as y que es LA ACTUALIZACION DE LAS TABLAS del impuesto congeladas desde hace décadas y que provocan que estas subas de mínimos, sean soluciones parche, efímeras, que producen mejoras, excluyendo a un sector de trabajadores/as por unos meses, pero que en la dinámica del funcionamiento de la economía y paritarias, rápidamente esa mejora se diluye.
Y si esta acción de actualización de las tablas del impuesto que nos ubican en el porcentaje del mismo a pagar, no ocurre, por falta de decisión política justa de los gobiernos de turno, además de la actualización de los mínimos, es necesario bajar a un más los niveles de presión tributaria sobre los salarios, de humanizar el impuesto, a través de la incorporación de deducciones que nos permitan bajar las bases imponibles del mismo, basadas en el sentido común, la justicia e incluso el uso de salidas imaginativas y útiles.
En esa línea, por distintas vías a lo largo de estos años hemos acercado propuestas a los/as legisladores de distintos colores políticos, algunas que proponen la creación de una deducción especial , sobre la base del consumo por ejemplo y que garantiza la recuperación por otros impuestos de lo cedido por el Estado en ganancias, u otras varias que buscan como mencionamos anteriormente humanizar el impuesto, incorporando al esquema de deducciones ligadas a situaciones de la vida diaria (por ejemplo, deducción geriátricos de padres o de gastos no cubiertos por obras sociales de enfermos oncológicos, etc.) u otras que servirían incluso para fomentar alguna acción o actividad que el Estado quiere impulsar como fue la incorporación de deducciones de los/as trabajadores/as de casas de familia, y así impulsando una variedad de situaciones (por ejemplo, deducción por donación de sangre).
Por eso reiteramos es bueno, pero no alcanza la actualización de los mínimos, de una vez por todas se debe dar una solución de fondo a esta problemática sobre el salario de una importante porción de trabajadores/as, así como luego también deberían abocarse en una solución más global para todos/as los/as argentinos/as como es la necesidad de una REFORMA TRIBUTARIA, buscando darle progresividad a un sistema tributario argentino regresivo.
*El autor de la nota es presidente del Congreso Nacional de la Organización de Trabajadores Radicales (OTR)