| 4 de febrero

¿Por qué Microsoft instaló un centro de datos en el fondo del océano?

Uno de los problemas más costosos de la industria de la tecnología es la factura del aire acondicionado. Cómo reducir de forma eficiente el recalentamiento que sufren los centros de datos o servidores es algo en lo que trabajan muchas empresas. Y el gigante Microsoft cree haber encontrado la solución... en el océano.

Uno de los problemas más costosos de la industria de la tecnología es la factura del aire acondicionado. Cómo reducir de forma eficiente el recalentamiento que sufren los centros de datos o servidores es algo en lo que trabajan muchas empresas. Y el gigante Microsoft cree haber encontrado la solución… en el océano.
La empresa fabricante de software y hardware está trabajando el denominado Proyecto Natick, que busca soluciones a los centros de datos "en la nube", ofreciendo rápido almacenamiento, reducción de costos, alta capacidad de respuesta y todo sin perjudicar el medioambiente.
 
Y se les ocurrió que una forma de "enfriar" esos centros de datos y así aumentar la productividad de los servidores y reducir la alta demanda de energía era ubicándolos debajo del mar.
"Encaramos el problema desde un ángulo diferente, con la voluntad de desafiar la sabiduría convencional", explicó Ben Cutler, director del proyecto Natick, en el sitio web de Microsoft.
Así, el primer prototipo del proyecto, el Leona Philpot (un personaje de un videojuego de la consola Xbox) fue sumergido en las aguas de las costas de California en agosto de 2015 y hasta el momento los resultados arrojan que todo funciona a la perfección en el fondo del mar.
El Leona Philpot consiste en una cápsula de acero de casi 2,5 metros de diámetro sellada con placas de metal y grandes pernos, que pesa unos 17.000 kilos.
En su interior lleva un sólo servidor que a la vez fue tratado con nitrógeno para eliminar el calor en los chips de las computadoras, mientras el sistema era monitoredado remotamente en las oficinas de Microsoft.
Básicamente la empresa busca con este proyecto mejorar el servicio para los usuarios que viven cerca de áreas con grandes cuerpos de agua, que según Microsoft, sería el 50% de ellos.
 
"Casi la mitad de la población vive en torno a 200 km de la costa del océano. Por lo que ubicar los servidores en el mar incrementa la proximidad con los usuarios y así reduce la demora y se brinda una mejor capacidad de respuesta", afirma la empresa.
¿A dónde va el calor que liberan?
"En el océano, hay mucha energía producida por las mareas y las olas que no se aprovecha. El objetivo de Natick es capturar esa energía y utilizarla para los servidores antes de que se transforme en calor", explicó Ben Cutler a BBC Mundo.
"De esta manera se libera una cantidad mínima de calor en los alrededores del contenedor, que se diluye de forma rápida por la corriente", señaló Cutler.
Microsoft asegura que su proyecto tiene entre sus principios la protección del medio ambiente en la zona en la que se coloca el contenedor.
También señalan que la vida de los animales en el mar no corre peligro.
"La vida en el mar en la zona donde se ubicó el recipiente se adaptó rápidamente a su presencia", afirmó Cluter, y agregó que hasta el momento la empresa no recibió ninguna queja de organizaciones protectoras del medioambiente o del gobierno de EE.UU.
 
Cómo nació la idea
 
La idea de introducir un computador gigante en el mar para reducir el calentamiento de los equipos surgió desde dentro de la misma empresa.
Microsoft organiza un evento semanal denominado ThinkWeek, un encuentro que anima a los empleados a compartir ideas que podrían ser transformadoras para la compañía.
 
Sean James, quien es uno de los autores de la idea, trabajó en la unidad de submarinos la Marina de EE.UU. y dijo que se sorprendió con la buena recepción que tuvo su propuesta.
"En mi experiencia, el truco de la innovación no es descubrir algo nuevo, sino conectar cosas que nunca hemos conectado antes, el emparejamiento de tecnologías diferentes", añadió.
Vida útil
El centro de datos que están probando tiene una vida útil de 5 años, que es lo que durarán las computadoras que lleva dentro.
Tras ese período, se retirará del agua, se cambiarán los equipos que contiene y volverá al fondo del mar.
La cápsula está prevista que dure 20 años. Luego se reciclará para construir un nuevo dispositivo.
 
El proyecto está aún en su etapa inicial de prueba, por lo que se desconoce si finalmente se lanzará al mercado y cuál será el plazo.
Al ser consultado por el valor del aparato, Ben Cluter respondió que "es demasiado pronto para decirlo".
"Creemos, sin embargo, que un centro de datos como el del Proyecto Natick será más barato que un servidor normal, ya que será más pequeño y más simple. Las estructuras tienen menos materiales y requieren menos mantenimiento (que un centro de datos convencional)", explicó Cluter.
 
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