Las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que dieron un triunfo aplastante al Frente de Todos encabezado por Alberto y Cristina Fernández, no sólo fue resultado de una serie de aciertos en la estrategia política del neokirchnerismo. También fue consecuencia de un discurso con un fuerte sesgo clasista que no dudó un mostrar los prejuicios discriminatorios de sectores altos. Desde la grasa militante criticada por Alfonso Prat Gay, hasta sostener que los argentinos no me
Las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que dieron un triunfo aplastante al Frente de Todos encabezado por Alberto y Cristina Fernández, no sólo fue resultado de una serie de aciertos en la estrategia política del neokirchnerismo. También fue consecuencia de un discurso con un fuerte sesgo clasista que no dudó un mostrar los prejuicios discriminatorios de sectores altos. Desde la grasa militante criticada por Alfonso Prat Gay, hasta sostener que los argentinos no merecían comprar electrodomésticos según Javier González Fraga, pasando por quienes "cayeron en la escuela pública" según el propio presidente Mauricio Macri y la "realidad que ningún chico que nace pobre llega a la universidad" como sostuvo la gobernadora María Eugenia Vidal; el macrismo deja un catálogo tristemente rico en afirmaciones que mostraron un lado de la grieta que nos aproxima más a las naciones segmentadas mediante castas que aquellas promotoras del ascenso social.