En una multitudinaria asamblea, el Ministerio de Salud de la Provincia analizó con la comunidad los impactos negativos del proyecto de reforma de la Ley de Salud Mental impulsada por el Gobierno Nacional. Del encuentro realizado en el Salón del Instituto Provincial de Regulación de Apuestas (IPRA) de Ushuaia surgió un petitorio que será elevado al Congreso Nacional a través del gobernador Gustavo Melella.
La asamblea fue presidida por la ministro de Salud de la Provincia, Judit Di Giglio y coordinada por el secretario de Salud Mental y Consumos Problemáticos, David De Piero.
A la convocatoria concurrieron profesionales de la salud -tanto pública como privada-, integrantes del Poder Judicial y representación de los Municipios de Ushuaia, Rio Grande y Tolhuin; así como también trabajadores de la Casa Tierra del Fuego , miembros de organizaciones no gubernamentales, de asociaciones de derechos humanos e integrantes del órgano de Revisión de Salud Mental, familiares y usuarios de salud mental.
Durante la asamblea se problematizaron los ocho artículos que el Gobierno Nacional pretende reformar de la ley de Salud Mental.
A los presentes en el Salón del IPRA, se le sumó un centenar de personas que siguió las instancias de forma virtual de la asamblea a través de un link abierto de video chat.
Di Giglio destacó la gran participación de la comunidad en la charla abierta para analizar los cambios propuestos a la Ley de Salud Mental. “Nunca imaginamos tanta participación de la gente”, expresó la funcionaria, quien sostuvo que los polémicos cambios están incluidos en el proyecto de “Ley Ómnibus” que se debatirá en la prórroga del periodo ordinario de sesiones en el Congreso Nacional.
En el encuentro se subrayaron los aspectos inconstitucionales de la reforma y el retroceso normativo que representa para el cuidado de la Salud Mental. También se advirtió que derogar las “bases del actual sistema normativo implicaría abandonar el compromiso de construir una Salud Mental comunitaria que busque integración”.
Para De Piero, los “cambios impactarían negativamente en los procesos de desmanicomialización, desjudicialización e interdisciplina planteados en las políticas de salud mental y consumos problemáticos que se vienen desarrollando a nivel nacional”.