Los diputados nacionales Soledad Carrizo (UCR-Córdoba) y Alfredo Cornejo (UCR-Mendoza) presentaron un proyecto de ley con el que buscan que en las PASO, las coaliciones sólo diriman la categoría Presidente y que el ganador pueda elegir su vice entre sus competidores.
Los legisladores impulsan la modificación del artículo 60 bis del CNE sobre los requisitos para la oficialización de listas. El artículo 1° de la iniciativa expresa que, “no será oficializada ninguna lista que incluya candidatos que no hayan resultado electos en las PASO por la misma agrupación y por la misma categoría por la que se presentan, excepto el candidato en el cargo de vicepresidente de la Nación de acuerdo a lo establecido en el artículo 44bis de la ley 26.571 de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral y sus modificatorias, por renuncia, fallecimiento o incapacidad del candidato presidencial de la agrupación de acuerdo con lo establecido en el artículo 61”.
El proyecto también establece la modificación del texto del artículo 19 de la ley de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral, que pasaría a reglamentar que se exceptúa el candidato a cargo de vicepresidente de la Nación para el caso de agrupaciones políticas y alianzas que presenten varias listas, quien deberá ser seleccionado luego de las elecciones primarias y dentro de los plazos establecidos por esta ley para los comicios generales.
Los diputados entienden que el vicepresidente debe ser seleccionado únicamente entre el universo de precandidatos que participaron como integrantes de alguna de las listas internas de dicha alianza o agrupación, cualquiera sea la categoría en que lo haya hecho. Esto amplía el margen de acuerdos y participación, no limitando la posibilidad de selección solo entre quienes lo han hecho como precandidatos a presidentes de las listas internas.
Asimismo, sostienen que la potestad de seleccionar el vicepresidente no es una atribución personal exclusiva del precandidato presidencial ganador proclamado, sino que la decisión se elabora en un marco de acuerdo reglamentario más amplio; evitando concentrar poderes exorbitantes de tipo personales en esta persona.
En las PASO compiten las fórmulas presidenciales completas, sin que éstas puedan alterarse con posterioridad a la elección. Varios de los apoderados consultados mencionaron que esta regla opera como una limitación para la formación de coaliciones electorales, y difiere de lo que ocurre en Estados Unidos y Uruguay, donde las primarias definen únicamente al candidato presidencial, de tal modo que la selección del candidato a vice permita recomponer o ampliar la coalición luego de las primarias.
“Consideramos necesaria la reforma que elimina el cerrojo electoral y prescribir que aquellas agrupaciones que en las PASO presenten listas internas dentro de la alianza o partido, solo puedan oficializar al precandidato a presidente en esta primera etapa electoral, permitiendo que la fórmula presidencial sea completada para las elecciones generales con un precandidato que pertenezca a la misma agrupación y haya participado en las primarias”, explicó Cornejo.
Por su parte, Carrizo afirmó que “esto permitiría un mayor margen de acuerdos y conciliaciones dentro de las alianzas, habilitando compensar a los partidos o listas internas que resultaron derrotadas en la primaria de cada acuerdo electoral y mitigar así el efecto divisivo de las PASO”.
“Suscribimos este proyecto dada la importancia de trabajar en propuestas de modernización electoral y el fortalecimiento del sistema de partidos, en consonancia con una mayor y más genuina participación de la ciudadanía”, enfatizó Cornejo.
Según la diputada cordobesa, “la Ley de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral favoreció la visibilización de muchas deficiencias, y trajo no sólo modificaciones en el régimen electoral vigente en ese momento, sino que permitió poner en agenda legislativa la necesidad de un cambio en todo el diseño del proceso electoral, sus actores, herramientas e instituciones”.
“Los beneficios y utilidades que proponía en lo teórico la reforma electoral de 2009 le siguió un comportamiento político degenerativo, debilitando su sentido y con ello, transformando las PASO en una etapa burocrática formal y con la única finalidad de lograr publicidad electoral anticipada de cara a las elecciones generales”, agregó.