En materia de política portuaria, no podemos esquivar algunos problemas que año tras año se tornan más graves. El posicionamiento que Ushuaia tiene como Puerto y Puerta de Entrada hacia la Antártida va decayendo para beneficiar a la vecina Punta Arenas, que compensa los kilómetros de más con un servicio acorde a las demandas de los operadores turísticos. ¿Cuándo entenderemos que Ushuaia necesita de una política pública que aproveche las ventajas comparativas? ¿Cuándo dejará de ser el Puerto un n
En materia de política portuaria, no podemos esquivar algunos problemas que año tras año se tornan más graves. El posicionamiento que Ushuaia tiene como Puerto y Puerta de Entrada hacia la Antártida va decayendo para beneficiar a la vecina Punta Arenas, que compensa los kilómetros de más con un servicio acorde a las demandas de los operadores turísticos. ¿Cuándo entenderemos que Ushuaia necesita de una política pública que aproveche las ventajas comparativas? ¿Cuándo dejará de ser el Puerto un nido donde abundan intereses sectoriales en detrimento de los beneficios que puede dar a la comunidad toda generando recursos y situando a Ushuaia en el lugar que merece?
Hay tres ciudades en el mundo que poseen una distancia relativamente cerca de la Antártida que le permiten presentarse como puntos de parada logística para los operadores que viajan al continente blanco. Ushuaia, Auckland en Nueva Zelanda y Ciudad del Cabo en Sudáfrica. Sin embargo, se avizora una cuarta ciudad que está a una distancia sensiblemente mayor pero que compensa con ventajas competitivas ofreciendo un servicio acorde a lo que requieren los operadores turísticos. En esto, más allá de los viajes que legisladores, autoridades provinciales y del Puerto realicen a convenciones de turismo crucerístico, lo que cuenta es la realidad. Y esta nos indica que Ushuaia pierde cada año más recaladas para beneficiar a Punta Arenas.
No podemos dejar pasar la ocasión de reclamar oportunamente el diseño de políticas públicas que signifiquen un paso más al bienestar general. El puerto de Ushuaia es objeto de reclamos, quejas y diversas elucubraciones. Si debe construirse otro muelle exclusivamente comercial. Si la jurisdicción debe ser municipal, en lugar de provincial. Si debe emplazarse lejos del casco céntrico. Lo concreto, tras más de quince años de discusiones de variopinto tenor, es que el actual sigue concentrando el muelle comercial y turístico y no existen planes de optimización, más allá de una ampliación de la que no se conocen detalles.