El incendio que el fin de semana próximo pasado se desató en inmediaciones de Tolhuin, aparentemente como consecuencia del accionar de la empresa Lenga Patagonia S.A., ex Trillium, generó un gran interrogante respecto de la capacidad de control que el Gobierno provincial tiene en materia ambiental y cómo está se encuentra influida por las relaciones casi copulares entre el Estado y el sector privado. El anuncio que hizo Kevin Colli recientemente sobre la inminencia de exportación de más de veint
El incendio que el fin de semana próximo pasado se desató en inmediaciones de Tolhuin, aparentemente como consecuencia del accionar de la empresa Lenga Patagonia S.A., ex Trillium, generó un gran interrogante respecto de la capacidad de control que el Gobierno provincial tiene en materia ambiental y cómo está se encuentra influida por las relaciones casi copulares entre el Estado y el sector privado. El anuncio que hizo Kevin Colli recientemente sobre la inminencia de exportación de más de veinte toneladas de rollizos de lenga a partir de la inauguración de la última etapa del "moderno" aserradero junto al fundador de la empresa, el artista plástico David Syre, no es más que un ejemplo más de cómo se fortalecen estos vínculos entre funcionarios y empresas para actuar sin los debidos controles de calidad. Y el rol de Mauro Pérez Toscani, secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, no es más que la ratificación de lo que advertimos en reiteradas ocasiones: personas que ocupan cargos sin capacidad (o si la tienen la saben disimular u ocultar con gran esmero).
Colli es un funcionario harto conocido por las organizaciones ambientalistas. Es uno de los baluartes del gobierno encabezado por Rosana Bertone a la hora de defender a capa y espada el proyecto de instalación de salmoneras en el canal Beagle en el marco de un convenio de cooperación con el Reino de Noruega y la Asociación Argentina de Promoción de las Inversiones. Ha sido tal el rechazo que hasta reconocidos cocineros de renombre nacional e internacional -como Francis Mallman- han militado la causa de los ambientalistas haciendo hincapié en los niveles de antibióticos que se le suministran a los ejemplares de salmónidos cultivados en, por ejemplo, Chile, de donde se han escapado miles de ejemplares en medio de la discusión sobre el asunto en Tierra del Fuego en lo que constituyó una triste casualidad (o no) del destino.
Hoy, la posible complicidad y sin duda firme pasividad de quienes deben prestar observancia al cumplimiento de la normativa ambiental que rige en la provincia, pone en vidriera a Colli y Pérez Toscani, una vez más. Y una vez más, por desgracia, hacen mutis por el foro en cuidado de códigos que no conocemos.