Los votantes en Hong Kong están participando en el último día de una referendo no oficial y no vinculante sobre reformas democráticas.
Hasta ahora, más de 700.000 personas -una quinta parte de los votantes- ha participado durante nueve días, ya sea en línea o en persona.
Los residentes de Hong Kong disfrutan de libertades que no se dan en el resto de China, pero las autoridades en Pekín han calificado de farsa ilegal el referendo.
El corresponsal de la BBC en Hong Kong señala que la desaprobación oficial parece haber estimulado a muchos residentes a votar, y la concurrencia indica que muchos están descontentos con los planes de reforma de Pekín y temen que el gobierno central se eche para atrás en sus promesas.