La Universidad de Cambridge dio a conocer por primera vez al público un expediente de los archivos originales sacados clandestinamente de Rusia por un funcionario de la KGB en 1992.
Los papeles son considerados por las autoridades británicas y estadounidenses como la fuente de inteligencia más importante obtenida por Occidente.
Fueron copiados secretamente durante un periodo de diez años por el archivero de la KGB Vasili Mitrokhin y escondidos en un cántaro de leche, hasta después del colapso de la Unión Soviética, cuando huyó a Reino Unido.
Los documentos bosquejan las tácticas soviéticas y dan detalles de arsenales de armas y de agentes encubiertos.
El espía estadounidense Robert Lipka y la británica Melita Norwood fueron descubiertos gracias a las relevaciones de Mitrokhin.