La Gobernadora Fabiana Ríos participó de la apertura de la 19 Feria del Libro en Río Grande, organizada por la Secretaría de Cultura de la Provincia, en el marco del bicentenario de la Asamblea del Año XIII. Lo hizo junto al titular de esa cartera, Sergio Araque y al destacado escritor Vicente Batista. El acto se llevó a cabo en el salón principal del Centro Cultural Yaganes, y contó con la presencia de autoridades provinciales y locales, expositores y gran cantidad de público asistente.
En su discurso, la mandataria expresó su satisfacción por participar de “una feria del libro que conjuga distintas actividades y que fue creciendo con el paso de los años”.
“Quiero hablar de la feria como evento, como hecho cultural y social, que se sostiene porque hay una comunidad detrás que acompaña. No siempre estuvieron las instituciones públicas apoyando la feria del libro, casi nunca. De hecho surge como una decisión de personas interesadas en las letras, en la cultura, en la relación del libro con el lector y el escritor. Y sostenerlo en el tiempo habla de una apropiación de este acontecimiento que es de la ciudad”, dijo Ríos.
La Gobernadora nombró y reconoció a dos pioneros de la feria, Julio Leite y Rubén Mariño, “que son los nombres que siempre nombro y seguiré nombrando en cada Feria del Libro, sin intención de ser injusta con mucha otra gente que acompañó este evento a lo largo de los años”.
“Quiero hablar del libro desde mi lugar como lectora”, continuó. “Para mi el libro y la lectura estuvieron siempre asociados a un gran placer y una enorme dicha. Y una de las responsables de esto fue mi maestra de 4 grado que había organizado en las dos ultimas horas del viernes la hora dichosa. En aquellos tiempos, en casa no había muchos libros, porque eran caros y era difícil comprarlos. Mi acercamiento al libro tenia que ver con la biblioteca, con la escuela y con esta hora dichosa donde una docente nos presentaba diversas alternativas para que después por supuesto hiciéramos un resumen y un dibujo en relación a lo que habíamos leído. Pasaron los años y uno nunca dejó de amar la lectura y la generosidad del escritor. Les tengo una gran envidia a los escritores, porque nos hacen vivir otras vidas, o nos hacen recorrer otros lugares, otras realidades; conocer nuevos amigos y nuevos enemigos, y expresan con palabras sentimientos que yo no podría decir o contar. La lectura nos hace habitar distintas casas, donde nos sentimos bien y protegidos”, expresó la gobernadora.
Finalmente, la mandataria leyó un fragmento de “Bocas del Tiempo”, de Eduardo Galeano, y agradeció a los presentes su presencia y constancia.
Por su parte, el Secretario de Cultura Sergio Araque, manifestó su agradecimiento a los que acompañan la 19 Edición de la Feria, y dijo que “con el tiempo el evento se va consolidando, y como ocurre desde hace unos años, se ha definido en torno a un eje, en este caso un eje histórico que se enmarca en los 200 años de la Asamblea del Año XIII. Todas las actividades giran en torno a este concepto. También en esta feria hemos articulado distintos lenguajes, lo que consolida la participación del público que se acerca. Así como tenemos los stand, los escritores y las conferencias de los historiadores, también hay una muestra en el Museo Fueguino de Arte del Museo Histórico Nacional, hay muestras de artistas de Río Grande y cerraremos el domingo con la obra de teatro “Hembras”, en la que siete actrices muy importantes de Argentina interpretan a siete mujeres muy relevantes para la historia de los 100 últimos años de nuestro país”.
Por último, el escritor Vicente Batista realizó un recorrido por la historia de la literatura y el libro como soporte de la palabra, desde los primeros papiros escritos en cuero hasta el formato en papel tal como lo conocemos hoy. “Si bien es posible que el libro tienda a desparecer frente a las nuevas tecnologías, esto no me preocupa más de la cuenta”, dijo Batista. “Lo que cambia es el soporte, el lugar donde se ponen las palabras. Mientras en esas nuevas formas sigamos encontrando a Fierro yéndose junto a Cruz hacia las tolderías, huyendo de la civilización, o un Gregorio Samsa que se despierta una mañana y descubre que se ha convertido en un formidable y asqueroso insecto; mientras sigan siendo palabras y esas palabras nos cuenten historias con las cuales nos indignemos, nos alegremos o lloremos, la literatura será la misma”.