“Equipo ganador no se cambia”, dicen en la jerga del fútbol quienes mantienen una fórmula sabidamente exitosa. Pero es un precepto que bien puede aplicarse a las campañas electorales de Rubén Sciutto y de Gastón Roma, quienes buscan ser diputados nacionales y atravesar este 9 de agosto silenciosamente las Primarias Abiertas y Obligatorias. El 70 por ciento de imagen negativa que Sciutto registra entre los fueguinos y la denuncia por morosidad en el pago de cuota alimentaria que pesa sobre Roma, son causa más que “entendible” para que ambos eviten la exposición pública y busquen beneficiarse del arrastre por estar en las boletas de Sergio Massa, José Manuel De La Sota o Mauricio Macri.
Sciutto, vale recordar, ya recurrió a la táctica de camuflarse en el cuarto oscuro cuando se presentó tanto para legislador provincial como para diputado. Su presencia en los distintos recintos es consecuencia, lisa y llana, de la prevalencia de un sistema electoral, cuyo principal basamento es la existencia de las conocidas listas sábanas que permiten que salgan electos personajes cuya prédica es escasa y la competencia minimizada a través de la imposibilidad de distinguir entre integrantes de una misma lista.
Un sistema de preferencias a nivel interno de una lista y la eliminación de la posibilidad de “colgarse” de un candidato más visible, atentarían contra las ambiciones de quienes hoy se mantienen en posiciones expectantes de poder gracias a mecanismos por demás auspiciosos para unos pocos. Roma, si bien es la primera vez que tiene la posibilidad de competir, sí parece haber comprendido los beneficios del sistema, pese a postularse por un partido que dice ser el cambio. Así, busca atravesar la instancia del 9 de agosto para convertirse en otro beneficiario de llevar un personaje por demás conocido en octubre.
Ya no interesan, pareciera, tanto los discursos y los proyectos. Los primeros abundan en generalidades basadas en un discurso nacional. Y los segundos escasean, tanto en Sciutto como en Roma. Es evidente que se trata de un sistema electoral que debe ser mejorado.