Al inaugurar la Cumbre sobre la Acción Climática, la joven activista oriunda de Suecia, Greta Thunberg, realizó un llamado a los líderes mundiales para que actúen de una forma enérgica contra el cambio climático. Thunberg les advirtió que los jóvenes los están mirando y, si fallan, no les van a perdonar. Thunberg empezó su discurso asegurando que no debería estar subida en ese podio, sino estudiando en su escuela, al otro lado del océano. Afirmó que "estamos en el comienzo de una extinción masiva de especies" y le recriminó a los Gobiernos de los países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que "lo único que pueden hablar es de dinero y de cuentos de hadas sobre crecimiento económico eterno" en vez de desarrollar políticas que prevengan un desastre ecológico mundial.
“Ustedes se han robado mis sueños, mi infancia, con sus palabras vacías, y aun así yo soy una de las afortunadas. La gente sufre, la gente muere y ecosistemas enteros están colapsando. Estamos al principio de una extinción masiva. La ciencia ha sido clara: ¿cómo se atreven a seguir mirando hacia otro lado y afirmar que hacen lo suficiente cuando las políticas y las soluciones necesarias todavía no están y no se las ve por ninguna parte?”
También les recordó que aún si se consiguiera la reducción de las emisiones de carbono que se necesitan en diez años, las probabilidades de limitar el cambio climático, según los científicos, se reducen a un 50%: “Un 50% puede ser aceptable para ustedes (…) Pero un riesgo el 50% es inaceptable para nosotros, los que tenemos que vivir con las consecuencias”.
Thunberg ofreció entonces estadísticas acerca de las emisiones y sus consecuencias recogidas de los estudios científicos y lamentó que en esta Cumbre “no habrá ninguna solución o plan que responda” a esas siniestras estadísticas “porque son números muy incómodos y ustedes todavía no son lo suficientemente maduros para decir las cosas cómo son”.
Después afirmó: “Ustedes nos están fallando, pero los jóvenes hemos comenzado a entender su traición. Los ojos de todas las futuras generaciones están sobre ustedes y si eligen fallarnos, nunca les vamos a perdonar”.
Pese a todo ello, se mostró optimista al concluir que el “el mundo está despertando y el cambio va a llegar, les guste o no”.
Posteriomente la activista sueca y otros 15 integrantes del movimiento juvenil contra la crisis climática, denunciaron a Argentina, Francia, Alemania, Brasil y Turquía por violar, mediante inacción, la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.