La crisis en Irak no da respiro al precio petrolero que, según ciertos analistas, podría escalar hasta US$200 el barril si los principales pozos del país caen a manos de la avanzada yihadista del grupo Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS por sus siglas en inglés).
El conflicto en Irak -el segundo mayor productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)- ya produjo un aumento de un 4% del precio en una semana.
El proyectado incremento de la demanda internacional en los próximos meses vuelve a Irak un actor clave.
"Es el país que más podría contribuir al aumento de la producción mundial que necesitamos gracias a sus enormes reservas", dijo este miércoles el ministro británico de Energía, Michael Fallon.
Los obvios beneficiarios de un aumento de precios son los exportadores, entre ellos los principales de América Latina: Venezuela (noveno productor a nivel mundial), México (décimo), Colombia (vigésimo) y Ecuador (trigésimo).
Pero según indicó a BBC Mundo el analista de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Charles Esser, por el momento este beneficio es marginal.
"Un aumento de cuatro dólares que dure dos semanas no va a tener un gran impacto en ningún país. Por supuesto es mejor para las finanzas, pero para tener un impacto significativo necesitamos un incremento bastante mayor del precio que dure más tiempo", indicó Esser.
El oro negro de la guerra
Los exportadores pueden aumentar sus ganancias por el incremento de los precios o de las cantidades vendidas, o una combinación de ambas.
La oportunidad que les ofrece el actual escenario es un clásico de las últimas cinco décadas: crisis en el Medio Oriente, temor por los suministros, presión sobre el precio.
Antes de la revuelta en Irak, que tiene un 11% de las reservas mundiales, la Agencia Internacional de Energía solicitó a la OPEP que aumentara la producción en un millón de barriles diarios para garantizar el proyectado aumento de la demanda en la segunda parte del año.
Los acuerdos de producción de la OPEP dependen, entre otras cosas, de la capacidad productiva de cada miembro, de sus necesidades económico-políticas y del valor que busquen para el barril siguiendo la fórmula que a mayor oferta petrolera menor precio.
Uno de los problemas de la OPEP es que la producción de ocho de sus 12 miembros -Argelia, Anglola, Ecuador, Irán, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela– es tres millones de barriles diarios menos que en 2005.
"Si el equivalente de la cantidad que produce Irak deja de estar disponible, Arabia Saudita es el único que podría reemplazarlo con una pequeña ayuda de Kuwait y los Emiratos. El resto de los países está produciendo al tope de su capacidad. Es el caso de los cinco grandes productores de América Latina que, por distintas razones, no podrían aumentar la cantidad de petróleo que ponen a la venta", señaló a BBC Mundo Esser.
Menor producción, menores ventas
La producción de Venezuela, noveno a nivel global, ha declinado.
Esta semana el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, manifestó su voluntad de expandir las ventas a Estados Unidos, su principal mercado.
Por el momento, la realidad es que ha pasado de ser el principal proveedor estadounidense a estar en cuarto lugar después de Canadá, Arabia Saudita y México, entre otras razones, por el estancamiento de su producción.
En México, décimo productor mundial, la producción ha caído a su nivel más bajo en 24 años por la declinación del campo petrolero Cantarell y el estancamiento del de Chicontepec.
México incrementó su producción en forma constante hasta 2004. Hoy produce un millón de barriles menos que hace diez años.
El gobierno de Enrique Peña Nieto espera que la controversial reforma energética aprobada a fines del año pasado revierta esta situación pero, en el mejor de los casos, es un proyecto a mediano plazo.
Brasil es un caso particular. Es el décimo segundo productor mundial, pero tampoco puede llenar un eventual vacío dejado por Irak porque destina la mayor parte de su producción al consumo interno.
El vigésimo productor mundial, Colombia, comenzó 2014 con la aspiración de producir un millón de barriles diarios. Y se encuentra lejos de ese objetivo, debido, según indican las autoridades, a alteraciones del orden público.
En el trigésimo lugar, con una producción de alrededor de medio millón de barriles diarios, Ecuador no tiene el volumen necesario para aprovechar una merma significativa o total de las exportaciones iraquíes.
Así las cosas, por el momento, la única vía para beneficiarse de la actual coyuntura del mercado internacional será por el lado del precio.