La reconocida terapeuta y autora Stella Maris Maruso, participó este fin de semana, de dos jornadas donde disertó sobre biología y espiritualidad. En Río Grande, abordó la conferencia “La nueva medicina del cuerpo y del alma. Sanarnos con bases en la biología y la espiritualidad”; y en la capital, el taller “El laboratorio Interior”. La titular de la Comisión de Salud, Liliana Martínez Allende, se mostró satisfecha por la amplia participación de vecinos.
Maruso, dirige la Fundación Salud, que ha asistido a más de 20 mil personas, y propone seminarios de inteligencia emocional, sanación espiritual en medicina y un singular programa avanzado de recuperación y apoyo, dedicado a personas con dolencias severas en el cuerpo y el alma. Asimismo, es reconocida discípula de Elisabeth Kübler-Ross, y desde hace más de 30 años, dedica su vida a aquellos que enfrentan enfermedades severas, pérdidas o crisis.
La legisladora Martínez Allende dijo, sobre la participación a la conferencia y al taller, que “ha venido mucha gente que ha comprendido en el poder de curar nuestra alma; y que nuestro cuerpo y mente, son una sola unidad”. Sentenció que Maruso propone herramientas para lograr modificar “la manera de llevar nuestra vida adelante”.
La titular de la Comisión de Acción Social y Salud Pública, explicó que se propone un cambio “para que cada uno, tengamos mejor salud” y aclaró que también, a las personas que atraviesan una crisis “se les proponen muchas herramientas para modificar”. Se busca poner en positivo la crisis. “No se sabe cuánto tiempo vamos a tener de vida, nosotros debemos tomarlo como una fortaleza. Si modificamos acciones, vamos a poder poner calidad al tiempo que nos toque vivir”, cerró.
Luego de finalizada la jornada en Ushuaia, Maruso resaltó el “nivel de apertura de la gente” y evaluó que este tipo de intercambios no es habitual. “Hay personas que, a veces, vienen a escuchar pero que no entregan mucho de sí mismos”.
La terapeuta biopsicosocial dijo que las necesidades de las personas “son siempre las mismas” y enumeró: “Tener que enfrentar relaciones que no son muy saludables, trabajar con propias distorsiones internas y cognitivas. No poder expresar bien lo que se siente, no poder afectar bien”. En este sentido, entendió que las experiencias de este tipo se repiten en el resto del país y en el extranjero. “Sentí que la gente quería más. No es muy frecuente de encontrar en jornadas que son tan intensivas”.
Consultada por Prensa Legislativa sobre una nueva visita a Tierra del Fuego, Maruso dijo que “todo va a depender que nos inviten. Me sentí muy bien, muy cómoda hablando de estos temas. No son asuntos fáciles de abordar”. Durante ambas jornadas, se trataron temas como psiconeuroendocrinoinmunología, medicina biopsicosocial, de genética. Sumó que “poner estos tópicos en palabras fáciles, hablar de cosas que son tan complejas en lenguaje simple, no es simple”.
Finalmente, Maruso dijo que, a pesar de los temas complejos, “sentí que pudieron comprender, sentí que lo podían hacer”. Insistió en que Tierra del Fuego, es una tierra ´fértil para abordar estas cuestiones” y confesó que es posible regresar ya que se ha sentido “bien tratada”.