El gobierno de Taiwán financió técnicas de biotecnología avanzada para proteger a las ballenas y delfines de los pescadores ilegales. Reemplazaron las pruebas de ADN actuales por unas nuevas, según indicaron responsable el martes.
Unas nuevas pruebas del tornasol financiadas por el gobierno indican en minutos si las muestras de carne son de ballena o de delfín, indicaron responsables del Consejo de Agricultura.
Los pescadores ilegales han tratado de evitar ser descubiertos, troceando a delfines y ballenas que habían pescado.
Hace tres años el consejo empezó a utilizar las pruebas de ADN para identificar la carne, pero los resultados tardaban cinco días en llegar.
"Ahora necesitaremos solo 10 minutos para verificar cualquier muestra", indicó a la AFP Kuan Li-hao, del consejo de la oficina de silvicultura.
El papel de tornasol está pensado para activarse con la estructura única de una proteína de las ballenas y los delfines, dijo Yang Wei-cheng, profesor asociado de la Universidad Nacional de Chiayi, en Taiwán, que dirige el equipo de investigación.
Más de 30 responsables de aduanas, guardacostas y otros organismos gubernamentales asistieron a una sesión de capacitación el martes en Taipei sobre el nuevo método de detección.
Más de 100 personas realizarán el curso de capacitación de aquí al 5 de septiembre, dijo Kuan.
Todas las especies de ballenas y delfines han sido protegidas por la ley de conservación de Taiwán desde 1989.
Los pescadores ilegales se enfrentan a una posible pena de cárcel de hasta cinco años y una multa de hasta 1,5 millones de dólares taiwaneses (unos 50.000 dólares estadounidenses).