Svetlana Mur, una ciudadana rusa que viaja alrededor del mundo por tierra y agua desde hace más de dos años, lleva adelante un proyecto que intenta dejar un mensaje para el cuidado del planeta. En América del Sur inició el proyecto de plantar un árbol en cada país que visita y, en Argentina, eligió la ciudad de Ushuaia, en el fin del mundo, para dejar un guindo de hojas perennes a orillas de la bahía Encerrada.
Svetlana Mur, una ciudadana rusa que viaja alrededor del mundo por tierra y agua desde hace más de dos años, lleva adelante un proyecto que intenta dejar un mensaje para el cuidado del planeta. En América del Sur inició el proyecto de plantar un árbol en cada país que visita y, en Argentina, eligió la ciudad de Ushuaia, en el fin del mundo, para dejar un guindo de hojas perennes a orillas de la bahía Encerrada.
Svetlana se puso en contacto con la Secretaría de Medio Ambiente de la Municipalidad y junto con el Ingeniero Agrónomo Germán Zapata de la Dirección de Gestión Ambiental coordinaron el objetivo para que el árbol de la vida sea plantado en Ushuaia.
“En cada país siembro un árbol de la vida, con la comunidad local, y es un símbolo de la conexión entre toda la gente porque antes de ser argentinos, chilenos o rusos, somos humanos; vivimos en el mismo mundo y necesitamos un mundo bonito y no necesitamos esperar que lo haga otro, sino que lo podemos hacer nosotros”, dijo Svetlana luego de plantar el guindo que donó el Departamento de Arbolado Urbano que depende de Parques y Jardines de la Municipalidad.
Participó activamente la Asociación Amigos de Bahía Encerrada (AABE), ya que la plantación del árbol fue justamente en el lugar que protege la Asociación. Ccolocaron el cartel que identifica al árbol y su propósito.