El nombre de Guy Ben-Ary no te debe sonar de nada, pero ha pasado a la historia gracias a la invención del primer sinte neuronal del mundo.
El artista visual israelí, con alma de científico loco, aprovechó un trabajo previo, que consisitia en definir su propio autorretrato biológico, para tomar una biopsia de su brazo con tecnología de vanguardia con el fin de transformar las células de la piel en células madre, que luego se convirtieron en células madre neurales. Esto le permitió construir lo que él mismo denomina como "el primer sintetizador neuronal del mundo".
La máquina funciona de la siguiente manera: la música se "alimenta en las neuronas como estimulaciones eléctricas y las neuronas responden al controlar el sintetizador, creando una pieza de sonido post-humana de carácter improvisada".
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