En la plaza San Martín de Ushuaia, se llevó a cabo el acto por el Bicentenario de la Batalla de Chacabuco, triunfo medular para la Independencia de Chile y de las naciones hermanas de América del sur. Encabezado por las autoridades provinciales de los tres poderes, como así también el Gobernador de Tierra del Fuego chileno, Alfredo Miranda Mancilla, legisladores provinciales, secretarios municipales, concejales, miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad y público en general, se descubrió la
En la plaza San Martín de Ushuaia, se llevó a cabo el acto por el Bicentenario de la Batalla de Chacabuco, triunfo medular para la Independencia de Chile y de las naciones hermanas de América del sur. Encabezado por las autoridades provinciales de los tres poderes, como así también el Gobernador de Tierra del Fuego chileno, Alfredo Miranda Mancilla, legisladores provinciales, secretarios municipales, concejales, miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad y público en general, se descubrió la estatua que reemplaza al busto de San Martín que estaba ubicado en ese espacio.
Tras la firma de un acuerdo entre la Asociación Sanmartiniana de Ushuaia y el intendente Walter Vuoto quedó plasmado el compromiso, y se cumplió, del emplazamiento de la estatua para los festejos por los 200 años de la victoria de Chacabuco.
El Dr. Juan Pistone Palau, escultor rosarino, hijo y nieto de artistas, fue el encargado de realizar la escultura que el Municipio colocó, llevando adelante todos los trabajos necesarios, en el pedestal que ocupa el centro de la plaza.
En el acto, Guillermo Llorente, de la Asociación Sanmartiniana recordó la historia y el valor de las figuras de San Martín, O’Higgins y los Libertadores, la hazaña y claridad del objetivo y la grandeza del General. Agradeció, además, la colaboración de empresas, las contribuciones de vecinos y vecinas y el trabajo llevado adelante por el Municipio para la colocación de la estatua en el lugar.
Se descubrieron la estatua y cada una de las placas recordatorias por el histórico momento y los presentes finalmente depositaron, al pie del monumento, una corona de laureles.