La gobernación de Estevan De Loqui podría ser definida como progresista, pese a los contratiempos en que asumió y a las dificultades propias del lapso en que debió desempeñarse. Habiendo asumido el 28 de Abril de 1902 y dejando como sucesor a Manuel Fernández Valdez tres años después (quien tomara la gobernación el 24 de diciembre de 1905).
Al momento de asumir, De Loqui encuentra un territorio en condiciones dantescas luego de la batalla de Yehuin, librada entre los ancestrales enemigos shelknam y choncóiukas, el 15 de febrero de 1902 en inmediaciones del Lago Fagnano, dejando un gran número de víctimas que dejó en evidencia la precaria estructura médica. Si a esto sumamos el incendio de la Comisaría de Río Grande que dejó a la intemperie a los efectivos policiales en pleno invierno, podremos advertir las prioridades del nuevo mandatario. Pese a ello, no podemos decir que se haya visto sobrepasado por las circunstancias. La instalación de la luz eléctrica o la refacción de las calles y edificaciones signaron los años de De Loqui. Es destacable que a partir de los fondos recaudados por las multas de los jueces de paz, se procediera a arreglar y nivelar la calle Maipú y sus paralelas en la extensión de ocho cuadras. Por otra parte, las comunicaciones dificultosas que había entre el pequeño poblado de Ushuaia y la zona de la Misión (hoy barrios Misión Alta y Baja) fueron dejadas de lado a partir de la construcción de un camino que uniera lo que hasta entonces se consideraban dos caseríos independientes entre sí. Prueba fehaciente de ello es la elaboración dell segundo plano (1903) donde aun no aparece el caserío existente en la zona de la Misión Baja y Alta. En Río Grande, constituyen hitos de su gestión la reconstrucción de la Comisaría y el récord alcanzado en número de ganado ovino: alrededor de 1350000 cabezas. En este contexto de avances notorios (más aun si consideramos que la gestión anterior de Félix Carrié había sido caracterizada por desorden administrativo y rivalidades que debieron ser desactivadas por De Loqui al iniciar su mandato), podemos encontrar el primer periódico, “La Risa”, al que siguió “El Fueguino”, en lo que constituyó el alba del periodismo local, prisma que reflejaba el singular estilo de vida y las novedades que conmovían las gélidas y aisladas vidas de los pioneros de principios del siglo XX.
Pero el progreso no podía dejar de contar con la desdicha que siempre presente se encuentra en las sociedades. La existencia del Presidio empezaba a ser sinónimo de inconvenientes. EL 10 de octubre de 1902 estallaría en la cárcel de reincidentes un motín que concluyó con la la muerte de dos guardias, tres reclusos y cuatro heridos de gravedad. Quizá hayan sido estos episodios los prolegómenos de lo que acontecería apenas un año después: en medio del traslado del Presidio Militar de Puerto Cook a Ushuaia, se produjo una nueva y violenta sublevación que incluyó la fuga de reclusos.
La llegada a la cumbre del Monte Olivia por parte de Lucas y Guillermo Bridges; una nueva visita de Otto Nordenskjold; el viaje del naturalista argentino Ernesto Holmberg; la celebración del primer matrimonio católico en 1903; la visita del salesiano Lino del Valle Carvajal (con homenaje en la toponimia del hinterland de Ushuaia); y la declaración oficial de Ushuaia como capital del Territorio; son algunos de los hitos que coronan lo que representa una gestión que, con las dificultades, contratiempos y urgencias de su época, supo reflejar la ambición de progreso, de a pequeños pasos pero agigantados por el peso que los mismos significaron para la historia de la hoy ciudad.
Fuente: www.shelknamsur.com